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Varios republicanos espa oles de s
Varios republicanos españoles de sólida posición económica residentes en México habrían recibido esta carta de extorsión, entre ellos personajes como: Fernando Rodríguez Miaja, Máximo Muñoz, Jerónimo Bugeda o Juan Simeón Vidarte, quien se apresuró miniprep denunciarlo a las autoridades. Sean ciertas o no estas acusaciones, comprobamos cómo los informes de la dfs se esforzaban por demostrar la vinculación del grupo con Cuba y el comunismo internacional. Se observa claramente en el siguiente fragmento:
Sin lugar a dudas, la más grave de las sospechas que investigaron estos agentes de la Dirección Federal de Seguridad fue la de que estos jóvenes españoles, imitando las prácticas llevadas a cabo con éxito por el cubano “Movimiento 26 de Julio”, estaban: “entrenando en el manejo de armas modernas y en actividades de terrorismo y sabotaje”. A pesar de que, como hemos visto, el me/59 centró sus actividades en el apoyo económico a los grupos ya establecidos en el interior de España y no tenían intención de lanzarse a la lucha directa, pues como afirmaba Justo Sotomonte: “no podíamos ofrecer mucho más, tampoco teníamos nosotros una estructura ni una organización, ni siquiera una mentalidad heroica, como para irnos a jugar el bigote al interior”. Según las averiguaciones que manejaban los servicios de información mexicanos estos ejercicios de entrenamiento se realizaban en una finca en el municipio de Salazar en la carretera de México a Toluca. En varias ocasiones, los informadores inspeccionarían los ranchos de La Marquesa y El Peñón situados en dicha zona sin que pudiera contrastarse la veracidad de estas afirmaciones. Al preguntar a los campesinos de la zona, los agentes confirmaron que grupos de españoles pasaban allí los fines de semana y: “practicaban el tiro sport, efectuando algunos ejercicios, al parecer calistécnicos”. La preocupación de los investigadores mexicanos se justifica debido a que el entrenamiento en prácticas guerrilleras de jóvenes españoles aunque: “en realidad no constituyen ningún peligro para el régimen franquista, pero sí para nuestro país, ya que en caso dado, los elementos adiestrados pueden ser usados para desarrollar sus actividades en México”.
En 1961, tras el intento de invasión de Cuba en Bahía de Cochinos los jóvenes del me/59 participaron en varias movilizaciones de protesta. Una de ellas, el 16 de septiembre, fue reprimida violentamente por la policía. Posteriormente, algunos de los líderes del me/59 se reunieron con Luis Echeverría, por entonces subsecretario de Gobernación. Así describe Xavier de Oteyza aquella reunión:
Este testimonio resulta clave para entender la actuación de las autoridades mexicanas frente al me/59. Como vemos, el temor de ésta no estaba para nada vinculado a assortment las actividades que estos jóvenes pudieran desarrollar contra el régimen de Franco sino en los vínculos que muchos de ellos mantenían con los movimientos estudiantiles mexicanos. Estos levantamientos ya comenzaban a tener una relevante participación política en México y aumentarían su intensidad e importancia en los años siguientes. La guerra sucia ejercida por el Estado para suprimirlos tendría su punto álgido con la “Matanza de Tlatelolco” en 1968. De nuevo Luis Echeverría, en esa ocasión ya como secretario de Gobernación, mantendría un oscuro papel activo en esos acontecimientos.
El final de las actividades del me/59 acabaría sobreviniendo por el fracaso de sus principales objetivos. Como vimos, el eje fundamental de su acción se centró en ofrecer apoyo económico a las fuerzas de oposición interior gracias a todas aquellas cantidades que lograron recaudar a través de las diversas iniciativas que fueron poniendo en práctica. No obstante, el objetivo último era el de propiciar: “la formación en el interior de España de una sola organización, frente o movimiento capaz de extenderse, de influir, de abarcar cada día nuevos sectores, y que lograse ayudas y apoyos decisivos dentro y fuera de España”. Para la consecución de este objetivo último, el me/59 se lanzó a la organización de un gran congreso en el que pudieran reunirse representantes de las principales organizaciones juveniles del interior para coordinar sus actividades subversivas. Con este objetivo se celebró la “I Conferencia de Organizaciones Juveniles de la Oposición Democrática” que tendría lugar en París durante el mes de abril de 1962. De nuevo, el apoyo de la embajada y el gobierno cubanos sería fundamental pues proporcionó documentación y pagó el viaje hasta Europa de dos de los representantes del me/59 en esta conferencia. Para la celebración del encuentro se logró que un sindicato francés cediera por unos días unos locales ubicados en los sótanos de una escuela en una banlieue de París. Finalmente, acabaron acudiendo representantes de los siguientes grupos: