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  • El reclutamiento era una tarea permanente de los grupos

    2019-04-26

    El reclutamiento era una tarea permanente de los grupos guerrilleros, en el caso de las mujeres, generalmente mantenían relaciones estrechas con miembros activos de la guerrilla. Hermanos, parientes o amigos sostenían discusiones en el seno familiar sobre las condiciones de injusticia social, represión y lucha revolucionaria de tal manera que universitarias, profesoras normalistas, amas de casa, empleadas y secretarias ingresaban a la guerrilla por decisión propia. La misma Rosa María señaló que su ingreso a la guerrilla fue “primero y antes que nada, por simpatía a la revolución; después porque la he purchase FRAX597 sentido por el trato de mis compañeros y por la comprensión de los sufrimientos de todos los campesinos y obreros de Guatemala. Siento la revolución como la sienten los oprimidos, porque vivo con ellos”. Esta lucha por mostrar a la mujer como otro guerrillero quedó plasmada en esta serie fotográfica. Dos retratos fueron desplegados en plana completa y en ambos su rostro fue editado con un antifaz negro. En entrevista, el excomandante relata lo siguiente: “pedimos que a ella no se le publicara su foto, su cara porque era un personaje muy conocido, hija de un militar, reina de belleza y tenía hermanas que estaban militando en la organización que podían ser ubicadas a través de ella y perjudicaría a toda la familia”. La edición resalta la expresividad de su rostro y su franca sonrisa demuestra que Rosa María aceptó sin reparo ser fotografiada, posando para Moya con una Thompson, que según recuerda Montes, “le gustaba mucho, pero no era su arma ya que pesaba aun para un hombre fuerte”. Su rostro amable se revela en el negativo sin edición que se encuentra en el afrm. La sonrisa que se destacó en las páginas de Sucesos para todos armoniza con el gesto jovial de la guerrillera. Montes recuerda que Rosa María era una persona “fuerte a la vez sensible y delicada, reservada, siempre sonriente aun en los momentos de peligro, una persona que se hizo purchase FRAX597 sentir y ganar espacio con su firmeza”. (Imagen 1). La presencia de Rosa María en la sierra produjo dos reacciones opuestas entre el fotógrafo y el periodista. Estas reacciones se vieron reflejadas en el discurso visual y el escrito, siendo el primero quien buscó realzar su presencia en la guerrilla como un combatiente común, dejando de lado la cuestión de género. El discurso visual es claro, el ángulo en contrapicada engrandece su figura que armoniza con el contexto natural, el complemento lo da el arma que alista para el combate. El campo visual es ocupado casi en su totalidad por la joven, que evidentemente está posando, esto no le resta naturalidad y le imprime cierta intimidad, particularmente por la sonrisa apenas dibujada de Rosa María. La única edición de la fotografía se encuentra en el antifaz negro, por lo demás fue publicada intacta en plana completa y sin pie de foto. (Imágenes 2 y 3). Éste es uno de los aciertos destacables que el discurso editorial tuvo con el trabajo de Moya; si bien es cierto que Menéndez limitó la presencia de Rosa María en el grupo guerrillero, las dos imágenes que se publicaron de ella fueron desplegadas en más de plana y media y sin edición, sólo la máscara mencionada. Esto último es importante mencionarlo ya que Mario Menéndez mantuvo el anonimato requerido para la protección de la joven. Sin embargo, para Menéndez, Rosa María era “una muchacha capitalina de estatura baja y excelente cocinera […] de gran ayuda para los insurgentes, no sólo por su capacidad y destreza en la lucha, sino también por sus rápidas intervenciones para resolver problemas urgentes que se relacionan con la ropa, primeros auxilios, etc.” La limitada visión de Menéndez frente al rol femenino restringió la figura de Rosa María en el reportaje. El director de la revista prefirió el recurso fácil y colocó a Concatemer la guerrillera en el tradicional papel de ama de casa, dejando de lado su lugar en el grupo. El comandante del fgei rescata su papel afirmando lo siguiente.